Controlemos nuestro consumo de agua cerrando la canilla cuando no la utilicemos, tomemos duchas más cortas y evitemos gastar innecesariamente este valioso recurso.

Reduzcamos la basura:

Reciclemos, compremos productos reciclados, y consumamos menos productos empaquetados. Así, contribuimos a disminuir los gases de efecto invernadero.

Ahorremos energía:

Apaguemos y desenchufemos los aparatos eléctricos cuando no los utilicemos, invirtamos en focos de luz y equipos eléctricos de bajo consumo. Haciéndolo así, usamos menos energía y ahorramos dinero.

Viajemos en bici:

Dejemos el auto en casa y optemos por la bicicleta, usemos los colectivos o simplemente caminemos. De este modo, vamos reduciendo el uso y la contaminación asociada a los combustibles fósiles (naftas, aceites, etcétera).

Evitemos los plásticos:

Digamos NO a los plásticos de un solo uso (bolsas, botellas). Usemos bolsas de tela para cargar nuestras compras. Tomemos agua en botellas reutilizables.