Tras una señal de alerta de nuevos focos de deforestación lanzada por Global Forest Watch, un equipo La Nación y Mongabay Latam viajó hasta las áreas protegidas Mbaracayú, San Rafael, Morombí y Parque Caazapá, ubicadas en medio del Bosque Atlántico del Alto Paraná (BAAPA), en la región Oriental del Paraguay, para comprobar, en terreno, la destrucción de bosques protegidos para la plantación de marihuana.

En pleno corazón de estas reservas y parques, la devastación es desoladora. Según un informe del Fondo Mundial para la Naturaleza (WWF), 9.107 hectáreas han sido deforestadas en estas cuatro reservas y parques desde 2004, de las cuales al menos 2.350 hectáreas corresponden a plantaciones de marihuana, que siguen activas.